Brotando en luz detrás de nubes
que un noble viento haga esfumar,
me haces de nuevo en carne libre
¡Oh vientre bello! Un dulce mar.
Conviertes llanto en viejas penas
y al cruel quebranto, una ilusión.
Mi amor no duermes, lo desvelas,
se halla en tu voz mi redención.
Me has hecho sol, la vida entera
dándole indulto a mi prisión.
Hoy eres tú quien me libera.
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