martes, 17 de enero de 2017

Cuando pienso en la estructura

Cuando pienso en la estructura,
pienso en caballos intentando correr
cual si hubiese un jinete en su espalda,
pienso en la flor alejada del sol y del pasto que adorna a las mesas y, aún así, pretende ser primavera.
Pienso igualmente en la roca vecina del mar que mil años espera por volverse la arena, soportando a las olas que en ella, día a día, han de chocar.
Pienso también en las aves que vuelan buscando su cielo, aleteando agitadas, no viendo que al frente de ellas está.
Cuando pienso en la estructura,
imagino al suelo dibujando pisadas antes que alguien se atreva siquiera a pisar,
imagino a la voz fingiendo ser canto, aunque todavía nadie le enseñe a cantar.
Imagino igualmente a tantos y tantos corazones que sufren callados al saber que a latir, están condenados.
Imagino también al tumulto que se agrupa y reúne queriendo ser masa, mas nunca con ganas de ser hermandad.
En fin, cuando pienso en la estructura,
pienso en un grupo de piezas que intentan armarse, teniendo por fin, cargar con lo que hay que cargar.
Pienso en relojes funcionando aunque esté malo el engranaje que los forma.
Pienso igualmente en los humanos que huyen miedosos del amor, pues éste los transforma,
y pienso también en mí, desarmando la estructura, pues por amar somos personas y, frente a eso, nadie se puede estructurar.

miércoles, 4 de enero de 2017

¿Por qué te amo?

Mi corazón vivió entregado
al devenir de tus labios tristes,
al errante andar de tu querer
que nunca en mí, vio algún destino
y porque nunca fue porvenir
latió en vano tantas veces,
fue como sangre derramada
que entre llanto se hizo río.
Y me perdí en tus amores grises,
en tus dolores disfrazados
de quebranto y viejas penas,
me confundí con lo profundo
y tenebroso de tus años infelices,
con la historia irascible de cariño
que forjó tu cruel condena.
Me convertí en tus odios amados,
en tu incesante reprochar
por yo no ser lo que tú anhelas,
me convertí en todo lo que fuera
equivocado
y no fui más que aquel romance
que en penumbras, te espera.
¿Por qué te amo, entonces?
¿por qué deseo ser eso que tú
nunca deseas?
¿por qué me agobio tanto al aceptar
lo que mi tonto sentir dice?
¡Por qué te amo, amor mío¡
si para ti yo soy la nada; una planicie,
Quizá te amo, porque en la nada,
sólo tu amor es lo que queda.

 
biz.