Me entregaría al mar,
así como al destino;
que en la veleidad de su furioso
vaivén
hiciera patria el porvenir.
Me entregaría a la brisa
que azota rostros cual suspiro;
que el viento arrastre aquellas
gotas que lloramos al vivir.
¿Pero cómo ser marea si he nacido roca?
Es la ola quien en mí siempre golpea,
haciendo arena a la razón; mi lengua y boca.
Soy prisionero, corazón, de celda rota.
Ser la marea es la ilusión de aquel
vivir que yo elegí y hoy no me toca.
Diego
Author & Editor
Has laoreet percipitur ad. Vide interesset in mei, no his legimus verterem. Et nostrum imperdiet appellantur usu, mnesarchum referrentur id vim.
0 comentarios:
Publicar un comentario