Si sólo con la noche has de aparecer,
pues que la luna se haga eterna huésped.
Que el ocaso te anuncie siempre,
y yo ahí, pleno,
estaré esperándote como de costumbre,
anhelándote,
aguardando tu mirada,
esa que canta entre luces y sombras tu llegada.
Y yo ahí, pleno,
sabiendo que el amor no se acababa,
sólo esperaba a que lo vuelvas a ver.
0 comentarios:
Publicar un comentario