Intenté ser frío,
así, como el rocío matinal
que se congela y se hace escarcha.
Quise fingir cuando la sangre
en vez de lago, poco a poco
se hizo río,
pero no pude; pues el rojo
que en mí corre, todo mancha.
así, como el rocío matinal
que se congela y se hace escarcha.
Quise fingir cuando la sangre
en vez de lago, poco a poco
se hizo río,
pero no pude; pues el rojo
que en mí corre, todo mancha.
¿De qué sirve ser de hielo?
-Pregunté-
¿si aquí adentro el fuego manda?
No me pidas que no sienta tu calor
si al mirar me quemas lento
entre el sigilo del temor y de las ganas.
Ya no escondas, corazón,
aquel sentir en tu lamento,
sólo acepta que es amor
y que hoy soy yo el que te ama.
No me pidas que no sienta tu calor
si al mirar me quemas lento
entre el sigilo del temor y de las ganas.
Ya no escondas, corazón,
aquel sentir en tu lamento,
sólo acepta que es amor
y que hoy soy yo el que te ama.
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