sábado, 24 de septiembre de 2016

Cada miércoles

Cada miércoles, como siempre, caminé por ese parque. Recorrí cada trozo de cesped sobre cuál alguna vez nos posamos, respiré profundo el aire que aún vestía de viento y miré atento el andar de los perros y la gente, añorando iluso tu rastro.
Y ahí estaba yo, sentado escuchando el sonido del río, preguntándole a éste: ¿qué error fue el que cometimos? Quizá pensando que el amor se había acabado. Pero ni el río ni nadie respondió, y entonces descubrí que no había error, que no hubo nada entre nosotros que haya sido equivocado, sólo fue que nuestro amor fue tan intenso, que hizo al tiempo andar veloz y no supimos cuándo el fin de aquel sentir había llegado.

Diego

Author & Editor

Has laoreet percipitur ad. Vide interesset in mei, no his legimus verterem. Et nostrum imperdiet appellantur usu, mnesarchum referrentur id vim.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
biz.