Piensa que eres del viento,
que entre nubes gobiernas los bajos terrenos,
que en la luz de tus ojos se alivian plañidos... el llanto ajeno.
Piensa en el capricho del mar como el timón de tus anhelos,
que en las playas del ansia,
se encuentra varado el amor que por ti profeso.
Piensa en la luna cual guía en lo denso,
en el fiel compañero,
que en su tierno regazo susurra:
'es un sueño, sólo eso'.
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